A LOS TOROS

El cartel de los toros se edita con antelación para que los aficionados tengan todos los detalles sobre la corrida a celebrar, en él deben de figurar obligatoriamente, la ganadería indicando también la señal y colores de la divisa, los matadores, así como la fecha y hora del espectáculo.

El día del festejo por la mañana se realiza el sorteo de los toros y también los picadores van a seleccionar las varas que han de utilizar por la tarde y mientras algunas peñas al mediodía y para ir "calentando el ambiente" preparan comidas al aire libre que son amenizadas con músicas regionales.

Antes de empezar el espectáculo los empleados de la Plaza de Toros tienen todo dispuesto para que todo salga lo mejor posible. Parte de ellos, por lo general los que prestan servicio en el ruedo, hacen el paseíllo detrás de los toreros.

Los areneros son los encargados que el ruedo esté en las mejores condiciones para la lidia de los toros.

Los empleados del callejón comprueban que todas las puertas estén debidamente cerradas, o de abrirlas en caso de necesidad y en el momento oportuno.

En los corrales de la plaza además de estar la ganadería a lidiar también se guardan los toros sobreros y los cabestros para el caso que tengan que ser utilazados.

Por el Patio de Caballos se accede a la Capilla por donde, antes de la corrida, muchos toreros pasan para rezar sus oraciones y pedir protección.

En el Patio de Caballos todo está también preparado para el inicio del festejo. Caballos de picadores, mulillas y los toreros a la espera que suenen los clarines.

Las puyas y las banderillas se guardan en un cuarto cerrado, al que solo pueden acceder los encargados de puyas y el de banderillas, pendiente de que la Autoridad de el visto bueno y que todo está de acuerdo con el reglamento.

El carpintero es el encargado de montar y desmontar las puyas en las varas.

¡Ojala! no se tuviera que utilizar, pero un equipo médico y un quirófano está siempre dispuesto para intervenir en caso de algún accidente.

La Banda de Música forma parte imprescindible para amenizar el festejo.

Los medios informativos se sitúan en lugares preferenciales para poder recoger las imágenes sin ningún obstáculo para su publicación posterior o en directo. Tanto la radio como la televisión tienen habitualmente y sobre todo en la temporada taurina programas dedicados a la Fiesta.

El Presidente junto con sus asesores (técnico y veterinario) y los Delegados de la Autoridad en el callejón de la plaza hacen velar para que el festejo discurra sin incidentes y hacer cumplir el Reglamento.

Los Alguacilillos se encargan de pasar las notificaciones de la Autoridad a los toreros o personal que está por el callejón o en el ruedo de la plaza.

Los tendidos ya están llenos entre el público en general se encuentran peñas taurinas o personajes ilustres, el espectáculo está a punto de comenzar. Algunos toreros que tienen la tarde sin compromisos suelen acudir al callejón para también presenciar la corrida.

En el callejón los mozos de espada preparan todos los utensilios para que estén listos a la hora que los toreros hagan el paseíllo, por otra parte para el personal que tiene acceso al callejón y para evitar accidentes tienen sus localidades dentro de éste, quedando así libre de obstáculos.

Los mayorales y ganaderos también tienen un sitio reservado en el callejón de la plaza.

El reloj de la plaza es una de las piezas fundamentales, pues los toros siempre pueden presumir de ser un espectáculo de los más puntuales que existen. Si por un motivo determinado se retrasan, enseguida el público con palmas reclama la puntualidad. El reloj de la Plaza de Toros de Santander data de la fecha de inauguración de la plaza, 1890. Agradezco al relojero que se encarga del mantenimiento, Alejandro Guaza, que me facilitara la foto de la maquinaria.

A la hora en punto que indica el cartel, comienza el espectáculo, se hace el paseillo en el que participan tanto los toreros anunciados como el personal de sus cuadrillas y los empleados que trabanjan en el callejón y ruedo de la plaza, los alguacieles despejan el ruedo y recogen de mano de la Autoridad la llave de toriles.

La Corrida de Beneficencia es presidida por las "Manolas" que llegan a la plaza en calesa.

Anteriormente a que salga el toro se hace público en una pizarra todos los datos del mismo para que sea de conocimiento general. El torilero o "chulo de toriles", que también se le denomina, espera la orden del Presidente para abril la puerta.

Sale el toro a la arena y comienza el espectáculo, en ocasiones el toro no está muy dispuesto a colaborar.

Tanto los matadores como los subalternos están pendientes continuamente de lo que hace el torero de turno y poder axistir con un quite en momentos de peligro.

La faena del maestro puede ser premiada con la vuelta al ruedo, cortar una o dos orejas, o el rabo. Si corta dos orejas tiene la oportunidad de salir a hombros de los aficionados por la Puerta Grande.

Mientras las mulillas retiran al toro en lo que se denomina "Arrastre".

Una vez finalizado el espectáculo las charangas y peñas salen desfilando hacia sus respectivas sedes.